Valencia y el Delta de l'Ebre

20, 21, 22, 23, 24 y 25 de abril de 2011


Esta vez si pudo ser y, por fin, hemos visitado la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Después de consultar algunos foros, decidimos que lo más prudente es pernoctar en un cámping, puesto que en todos ellos nos avisan de lo peligroso que puede ser tanto estacionar como pernoctar en la inmediaciones del Oceanográfico.

Llegamos el miércoles por la tarde y nos dirigimos al cámping El Saler. Las instalaciones son algos justas, pero la parada del autobús para ir a Valencia se encuentra apocos metros de la entrada, así que es la opción más acertada. En esa zona hay muchos más cámpings, quizá alguno de ellos tenga mejores instalaciones.

El jueves lo dedicamos a visitar el oceanográfico. El día no acompaña, pero la visita es extraordinaria.













El viernes visitamos el Museo de las Ciencias y vimos una película en el Hemisfèric.







Después de ver "Los misterios del Nilo" damos un paseo por el antiguo cauce del río y nos encontramos con este parque.  Nos relajamos un rato y tomamos el autobús de regreso al cámping.


El tiempo ha acompañado, aunque fue una suerte visitar el oceanográfico ayer, porque hoy estaba mucho más concurrido.

El sábado dedicamos toda la mañana a hacer una excursión en bicicleta por las playas de El Saler y por la Albufera. A pesar de que el tiempo ha mejorado bastante, los restos de las tormentas se dejan de ver en las playas. Es una lugar ideal para recorrerlo en bicicleta y los caminos están muy bien señalizados. Se pueden recoger mapas con itinerarios en los puntos de información.






El domingo empezamos el camino de regreso a casa, eso sí visitando el delta de l'Ebre. Sin duda, es una de las mejores épocas para conocer esta zona, aunque las lluvias amenacen constantemente. En un principio teníamos pensado pernoctar en el Área de autocaravanas de Els Montells, pero como el mal tiempo acechaba decidimos entrar en el cámping Eucalitpus.

La verdad es que acertamos, porque pudimos deleitarnos con un estupemdo arroz negro en el restaurante del cámping. Y cuando la lluvia dio una tregua, también pudimos hacer un pequeño recorrido en bicicleta. El único problema era que los caminos estaban anegados a causa de tantas lluvias. Una buena excusa para regresar pronto.





El lunes por la mañana dimos un pequeño paseo por la playa y después de comer, regresamos a casa. Las vacaciones de Semana Santa han acabado. La lluvia nos ha estropeado los dos últimos días, pero en cuanto podamos regresaremos a este precioso lugar.

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