Semana Santa, Marzo 2013
Después de las salidas de fin de semana invernales para ir a esquiar, llega la primera salida larga del año, Semana Santa.
El destino: algo de Provenza y Camarga. Aprovechamos para visitar unos familiares a los que hace tiempo que no vemos y de paso también aprovechamos el gran jardín de su nueva casa en Provenza donde aparcamos los días que estamos con ellos. Así, las visitas de Provenza no son en la Soyuz sino en su coche. Aunque, no olvidemos que estamos en Francia y en todos los sitios que visitamos vimos ACs con su correspondiente sitio para aparcar.
Hemos pasado dos noches con nuestros familiares. Una visita muy corta. Nos despedimos y ponemos
rumbo a Arles con algunas recomendaciones por parte de ellos que no podremos ver por la fuerte lluvia que nos
acompañó todo el trayecto. Llegamos a Arles y estaban preparando las fiestas de Pascua. Esta zona zona es ideal para los amantes del mundo de los toros, aunque no es nuestro caso.
Nos encontramos el área tomada por la feria y sus vehículos, pero aun así después de un par de vueltas encontramos sitio para aparcar sin problemas en la estación de tren y bastante cerca del centro. Nos vamos paseando hasta la oficina de información y turismo donde nos atienden muy bien y en castellano. Salimos de aquí con diversos mapas y billetes combinados para visitar algunos monumentos. Nos da tiempo de visitar el teatro antiguo y el anfiteatro. En este último, nos sorprendió mucho que un sitio así este convertido ahora en una plaza de toros (a la que estaban añadiendo más gradas por las corridas de toros de pascua). ¡Qué dirían los que visitan nuestros monumentos si esto lo hubiéramos hecho aquí, en fin eso es otro tema. Aún así el sitio es impresionante.
Nos encontramos el área tomada por la feria y sus vehículos, pero aun así después de un par de vueltas encontramos sitio para aparcar sin problemas en la estación de tren y bastante cerca del centro. Nos vamos paseando hasta la oficina de información y turismo donde nos atienden muy bien y en castellano. Salimos de aquí con diversos mapas y billetes combinados para visitar algunos monumentos. Nos da tiempo de visitar el teatro antiguo y el anfiteatro. En este último, nos sorprendió mucho que un sitio así este convertido ahora en una plaza de toros (a la que estaban añadiendo más gradas por las corridas de toros de pascua). ¡Qué dirían los que visitan nuestros monumentos si esto lo hubiéramos hecho aquí, en fin eso es otro tema. Aún así el sitio es impresionante.
Después de la visita comemos en la auto y marchamos hacia Les Saintes-Maries-de-la-Mer en donde nada más entrar el pueblo te encuentras con un área( N 43º27’20.728’’ E4º25’39.193’’). Más tarde, dando un paseo, descubriremos que tiene otra al lado de la playa y además de algunos campings. Tiene una garita para el vigilante, pero no hay nadie. Suponemos que solo funcionará en temporada alta, así que entramos, nos instalamos pues hay sitio de sobras y vamos a investigar cómo pagar. Leemos que pasarán a cobrar por la mañana y nos vamos a dar una vuelta.
El pueblo es muy bonito, pero a juzgar por la cantidad de
tiendas, bares, restaurantes y demás, suponemos que en plena temporada se debe
de poner hasta la bandera de gente. Sin embargo, en esta época es muy agradable pasear por él. Localizamos la oficina de información y turismo que ya está cerrada y volvemos hacia la auto. Mañana madrugaremos. Aquí pasaremos las
dos noches siguientes.
Mientras desayunamos
pican a la puerta. Es la chica que pasa a cobrar, 10€ noche. Hoy teníamos previsto hacer una ruta en bici por
el digue à la mer pero ha estado
lloviendo toda la noche y aún llueve de vez en cuando, con lo cual decidimos
salir andando con los paraguas. Vamos a información y turismo que ahora si está
abierta, nos hacemos con unos mapas y empezamos a caminar por el digue, que es
la franja de tierra que separa el mar de los estanques, a ver si podemos ver
flamencos. Por suerte, no tardan en aparecer,. Mientras avanza la mañana las nubes
desaparecen y la lluvia también. Empieza a hacer calor y aparecen los mosquito. No llevamos repelente y con solo pararnos a hacer unas fotos nos llevamos
alguna picada. Decidimos dar media vuelta, volveremos en pleno
invierno pues el sitio es muy bonito, auqneu poco recomendable en verano por culpa de los mosquitos. Nos dedicamos a pasear por el pueblo y volvemos a comer a la Soyuz. Por la tarde se
vuelve a tapar aunque no llueve, volvemos a pasar la tarde callejeando y con
sesión de fotos hasta que llega la hora de irnos para cenar. Hoy toca pizza
que compramos en un local cercano al área abierto hasta una hora no francesa.
Volvemos a madrugar. Hoy
marchamos hacia Aigues Mortes. Desayunamos y marchamos. No tardamos demasiado
tiempo en llegar (N43º 34’ 0.66’’ E4º 11’ 25.656’’, Parking 4). No dejaos guiar por la
primera señal con la autocaravana pues
es solo de servicio en el puerto: No debéis
cruzar el puente del canal, tenéis que seguir las indicaciones de los
parquing. El de de las ACs es el último al final y junto a la muralla. Cuando llegamos
hay bastante gente, pero queda sitio de sobras. Aparcamos y nos vamos a ver la ciudad que es
preciosa. Sacamos las entradas para pasear por las murallas y ver la torre. Después, recorremos las calles que tienen mucho ambiente. Volvemos a la Soyuz, pues nos habían recomendado Le Grau du roi que está
cerca, así que para allá vamos, pero para gustos colores... A nosotros no nos
gustó demasiado, o no supimos encontrar el sitio justo. Para empezar el
parquing para ACs es un simple parquing en un sitio bastante feo y apartado
cerca de la plaza de toros. Bueno aparcamos y nos dimos una vuelta y no
supimos encontrarle nada, así que volvimos a comer a la Soyuz y decidimos volver
a Aigues Mortes y pasar la tarde recorriendo sus calles y el puerto donde
puedes coger algún barco para pasear por el canal del Rhone, aunque nosotros no pudimos porque llegamos tarde.
Hoy no madrugamos
demasiado, toca empezar a bajar. Nuestro próximo destino, Leucate plage. Vamos
por carreteras interiores, pues queremos ver
Sete. El viaje es agradable. De camino vemos muchos sitios interesantes para
próximas salidas. En Sete nos es imposible encontrar aparcamiento y el único que
encontramos no nos ofrece demasiada confianza, con lo cual después de algunas
vueltas seguimos camino a Leucate. Encontramos un área en la playa algo
apartada, pero tiene un carril bici hasta Sete (o eso creemos). Entramos con intención
de coger las bicis y ver Sete pero está llena a reventar con lo cual seguimos
nuestra ruta. Comemos en ruta y llegamos no demasiado tarde al área.
Conocíamos la otra área
de Leucate la que está en el estanque interior y ya nos gustó pero esta está a
pie de playa y el sitio es más bonito. Tenemos suerte y aparcamos con vistas al mar. El lugar es genial (N 42º 53’ 57.6744’’ E 3º 3’ 15.3822’’). Aún nos da tiempo de pasear
por el pueblo y subir hasta el faro. Aquí todavía no ha empezado la temporada
con lo cual hay muchas cosas cerradas, pero tiene pinta de que en pleno verano tiene
que estar muy animado. Volvemos a la auto y aún tenemos tiempo de dar unos
toques de pelota en la playa y sentarnos al fresco.
A la mañana siguiente el
cambio de tiempo es radical: muy nublado y con mucho aire. Después de desayunar
marchamos. Seguimos bajando por la costa, empieza a llover. Según bajamos aumenta
de intensidad a la altura de Argeles, así que decidimos ir a buscar la
autopista y entrar por la Jonquera y para casa.
En resumen, ha sido una
Semana Santa genial y una buena ruta. Nos hemos dejado mucho por ver, seguro que volveremos.
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